Cosas que no sabias de los antigripales

Cosas que no sabias de los antigripales

Te contamos cómo funcionan los antigripales y cuándo utilizarlos. El invierno es la temporada de la gripe por excelencia, y en toda casa es habitual encontrar diversos tipos de antrigripales que acumulamos con la esperanza de que nos ayuden a superar la enfermedad, si es que caemos en ella.

Sin embargo, existen verdaderas dudas acerca de la fiabilidad de estos medicamentos y de su verdadera eficacia para curarnos.

En primer lugar no curan la gripe, aunque sí pueden aliviar los síntomas que vienen asociados a ella y que tanto malestar nos provocan.

Pueden mitigar el dolor de garganta, de cabeza, los estornudos y/o bajar la fiebre. Sin embargo, el virus de la gripe muta cada cierto tiempo, por lo que es imposible tener los medicamentos adecuados para cada mutación.

De este modo podemos ver que los antrigripales tienen aspectos positivos, pues alivian el malestar del paciente, pero tampoco son medicamentos 100% eficaces porque no consiguen eliminar el virus que provoca la gripe.

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Compuestos de los antrigripales

La principal función de los antrigripales, como ya comentamos, es aliviar alguno de los síntomas que vienen asociados con la gripe.

Los más comunes son los dolores de cabeza, los estornudos y la congestión nasal. Es por ello que los compuestos que encontramos en la mayor parte de los antrigripales atacan directamente a estas dolencias.

Así, contienen analgésico (paracetamol o ibuprofeno en la mayor parte de las ocasiones), que sirve para reducir la fiebre y los dolores musculares. Los antihistamínicos atacan a los estornudos y los descongestivos (pseudoefedrina o fenilefrina ) eliminan la congestión nasal.

Los antrigripales suelen ser medicamentos compuestos en los que encontramos estos tres principios -y normalmente alguno más también.

Tienen un efecto global contra todos esos síntomas, pero en el caso de que tan sólo tengamos uno de ellos, o lo que se viene conociendo como resfriado común, es mejor buscar medicamentos específicos para tratar estos síntomas.

Cuándo tomar medicamentos antrigripales

Hay veces en que nos sale la vena hipocondríaca y en cuanto hemos estornudado un par de veces nos tiramos al botiquín a buscar medicamentos que “lo corten” y evitar tener la gripe.

Pero hay que fijarse en qué elegir en función de los síntomas que se tengan. No es recomendable -porque no resulta útil- consumir antrigripales cuando lo que se tiene es un resfriado.

En ocasiones el problema parte de que no sabemos distinguir una gripe de un resfriado, ya que ambas dolencias comparten síntomas y vienen provocadas por un virus.

La fiebre suele ser lo que nos ayuda a discernir una enfermedad de otra, puesto que no aparece cuando lo que tenemos es un simple resfriado.

Una vez tengamos el diagnóstico concretado hay que buscar el medicamento adecuado a la enfermedad.

Así, un antihistamínico es lo que necesitamos para que nos corten los continuos estornudos; pero si lo que sufrimos es fiebre y dolores musculares bastaría con un analgésico.

De igual modo, no se ha de tomar antibiótico para la gripe, pues no está preparado para luchar contra el virus que la provoca. De cualquier manera, ante la duda nada como consultar con el médico o el farmaceútico.

son buenos los antigripales

Remedios alternativos

Como comentamos, la gripe no se puede curar con ninguna clase de medicamentos, aunque es cierto que los antrigripales alivian los síntomas que vienen asociados a esta enfermedad.

No hay fórmulas milagrosas para conseguir que el virus se vaya en dos días, al igual que tampoco las hay para prevenirlo, aunque las vacunas suelen tener un porcentaje de éxito bastante elevado.

La gripe se cura con el tiempo, aunque es cierto que hay veces que tarda más o menos días en irse que otras.

Para sobrellevarla, lo mejor es echar mano de alguno de los antigripales que vimos anteriormente, pero también de alguno de los remedios alternativos que empleaban nuestros abuelos antes de que existiesen tantas medicinas.

“La gripe hay que sudarla” dicen las abuelas, y así es. La mejor forma de sobrellevar una gripe con fiebre es en la cama y bien abrigado.

Además, el descanso siempre ayuda en un proceso vírico como este. El consumir muchos líquidos es otro de los remedios caseros que nunca falla: el líquido ayuda a diluir el moco y suaviza la garganta.

El líquido es importante pero no es recomendable abusar de aquellos que contienen cafeína, porque pueden llevar a una deshidratación. Los caldos y sopas son los más adecuados, además de agua, porque son reconstituyentes.