Beneficios de ser padres a los 40

Beneficios de ser padres a los 40

Por decisión propia o por motivos que subyacen en aspectos en los cuales hombre y/o mujer no se sienten capacitados para hacer frente a la dependencia y cuidado de un hijo, se elige ser padres después de los 40 años.

Esta opción puede reportar beneficios para ellos. El hecho de tener la vida más asentada en diferentes aspectos, los padres se involucran de otro modo en la educación de su hijo.

Cuando se tiene esa edad, las ideas más claras y la vida “solucionada” en bastantes aspectos, uno puede tomarse más tiempo y sin tanto agobio, con el niño.

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Cuales son esos beneficios

Paternidad consciente

Quienes deciden ser padres después de los 40, suelen estar en una etapa de mayor tranquilidad y serenidad. Suelen ser personas que no están en la intensa búsqueda de la identidad personal, la inseguridad, la búsqueda de empleo, la irregularidad salarial, la falta de vivienda propia…

Al tener algunos de estos aspectos solventados, suelen llevar una vida más relajada y sin tanto agobio. En este momento de sus vidas, los futuros padres se ven capaces de afrontar el nuevo reto

Estabilidad profesional y económica

Traer a un hijo al mundo supone afrontar gastos diarios y el tener un sueldo y un puesto fijo detrás reporta cierta seguridad. Por supuesto no ocurre en todos los casos, pero es más probable que una persona de más de 40 años lleve una vida más ordenada y estable que uno de treinta. Ya no hay que preocuparse por gastos de hipoteca.

La madurez y la responsabilidad

Ser padres de más de 40 años asegura madurez, responsabilidad y menor impulsividad que un joven. Para criar a un hijo es necesario haber vivido y afrontado situaciones que ponen al límite y donde has de poner en práctica herramientas y gestionarlo con firmeza.

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Lo que no debes olvidar

Parejas estables

Si bien se tiene hijos en común, en una pareja, suele existir un mayor consenso tanto en el ejercicio de la crianza del menor como en las tareas del hogar y la economía.

Al poder dialogar de un modo más calmado y maduro, suele ser habitual que exista una cordialidad y no tanto estrés y disputas por asuntos nimios. Ni los adultos sufren crisis o momentos de reafirmación personal, ni pretenden ser quienes no son y adaptarse a una situación que no les convence. Asimismo el niño tampoco sufre por estos motivos.

Vida sana

Ser padres después de los 40 años no solo aporta estabilidad a nivel emocional, sino también a nivel físico. El ocio no es el mismo que al ser tan joven, ni la actividad.

Como adultos nos preocupamos más por realizar actividades sanas relacionadas con el deporte y la vida al aire libre, y para poder realizar todas estas actividades necesitaras la ayuda de redoxon.

Hacer ejercicio, comer más sano…, son hábitos que también aplican al planteamiento educativo diario del niño.

Vivir el presente

Los adultos no miran hacia atrás arrepintiéndose, han vivido y ahora afrontan la paternidad con gusto. Viven el hoy y se centran en su familia y su hijo.

La vida es más calmada y sosegada y el niño percibe la calma y se cría en un ambiente feliz y aprende a relacionarse de un modo más asertivo y empático.

Los padres rejuvenecen al ejercer con el niño y se divierten, disponen de buena salud mental y educan en valores de respeto y amor al prójimo y en el cumplimiento de normas de convivencia.

No deben olvidarse los riesgos de ser madre más allá de los 40 años, por lo que es conveniente hablar con un profesional médico antes de tomar la decisión.

De todos modos, hoy en día, la persona tiene la posibilidad de optar por alguna técnica de reproducción asistida, para llevar un mejor embarazo.

Además la medicina avanza y se suele controlar a la mujer para prevenir o reducir riesgos en ella y su hijo.